Hemos tratado de retrasarlo todo lo posible pero, después de 10 meses y 12 días habitando por aquí, ha sido inevitable hacer mi primera visita al peluquero. Me han acompañado mi madre y mi tía Maitane.
Hasta el momento, mis rubias melenas solo conocían la temblorosa tijera de mis padres que, con más voluntad que puntería, se han encargado de hacerme pequeños arreglos.
Aprovechando que se acerca un gran momento en mi vida (mi primera nochevieja) hemos decidido dejar esta responsabilidad en manos de un profesional.
La "pelada" ha sido notable y, aunque las primeras impresiones tras el corte han sido dispares, la verdad es que no he perdido nada de mi encanto habitual :)
Estos son los mejores momentos: